Quiero decir… que Javi es él, que le quiero, pero que, a veces, por la calle, veo a este, a otro chico, que no es como él, como sólo es Javi, sino de otra forma, muy diferente, de una rudeza antagónica, plena. Y es en este antagonismo donde su cuerpo, el del otro chico, me estremece. Que hay un cuerpo, el de Javi, que es comunión, y el otro, que es sólo cuerpo. No me explico bien. Sólo sé que lo deseo, y que Javi es tan ajeno a este deseo. No sé continuar.
es duro ser gay y fiel en españa eh? con tanto tío bueno y con pelo como tú circulando 🙂
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