Nunca he estado muy bien de la cabeza. Desequilibrado, depresivo, autocomplaciente.
Mi abuelo murió en febrero. Te conocí en marzo. No sé qué hubiera sido de mí de no haberte encontrado.
Ahora recuerdo que hacía los viajes a Madrid llorando. El coche me parecía un lugar íntimo, personal, donde poder desahogarme con total impunidad. Entre medias, el tiempo contigo.
Ha pasado un año. Ahora lloro menos.
Este es mi mensaje de San Valentín, Juan.
viva l'amore.
Me gustaMe gusta